Por: Susana Ibarrola
- Carlos Cortés expone a los estudiantes de la Licenciatura de Cinematografía sus reflexiones en torno al rol del sonido en proyectos audiovisuales
- El reto de que la falta de sonido en The Sound of Metal fuera el protagonista de la historia
- “Vivimos tan acelerados en el día a día que dejamos de percibir conscientemente la belleza y contundencia del sonido” señaló el ganador del Bafta y del Oscar.
- En México los talentos para desarrollar nuevas fórmulas de sonido van en ascenso.
13 años de carrera profesional y participar en 81 producciones cinematográficas (Nosotros los Noble, Daniel & Ana, La Tempestad) son su carta de presentación, pero el ganador de premios como el Ariel de la Academia mexicana, el Bafta de la Academia británica y el Oscar de la Academia norteamericana es un joven ingeniero de sonido mexicano, reconocido a nivel internacional, cuya sencillez en el trato y pasión por el sonido hablan por él.
Carlos Cortés ha integrado grupos de trabajo especializados en crear arte a partir del reto de entrelazar diferentes rangos y frecuencias de sonido en numerosos largometrajes y documentales, y anoche se reunió con los alumnos y profesores de la Facultad de Cine para intercambiar con ellos su experiencia y recomendaciones para hacer cada vez mejor cine.
Invitó a los #NuevosCineastas a integrar fórmulas innovadoras para narrar historias cada vez más humanas y que provoquen reacciones inesperadas en el espectador, a partir de un novedoso manejo del sonido. Reconoció que los talentos mexicanos van al alza, pero que deben profesionalizarse cada vez más.
Después de exponer en esta inédita Master Class en la Facultad de Cine el proceso que le llevó a especializarse en sonido, Carlos Cortés compartió con los asistentes (presenciales y por Facebook live) que convertirse en un artista sonoro requiere mucha pasión pero al mismo tiempo una gran disciplina y un alto sentido de responsabilidad profesional, valor indispensable que se requiere para trabajar en un estudio de sonido.
La habilidad para identificar los sonidos que necesita una producción es un sentido que se va afinando con el tiempo, no puedes perder tiempo buscando afuera, perdido en la sinfonía de sonidos que vibra en el exterior del estudio, sino que debes ir por esos sonidos necesarios con olfato y precisión, señaló a la pregunta de cómo es el proceso creativo del experto en sonido.
Otra recomendación que dio Carlos Cortés fue “experimentar con el sonido, igual que yo lo hacía con las tornamesas y cassettes de mis padres cuando era un chavito y registraba todo lo que oía… En ese entonces entendí que el sonido es envolvente y hoy sigo jugando y experimentando con los sonidos, en una obra cinematográfica, en una presentación de teatro o en una experiencia sensorial en el MUCA, en una superficie de mil metros cuadrados montando 24 bocinas para sorprender al público”.
Para especializarse, tuvo que buscar en Ohio una escuela accesible para graduarse de Ingeniero en Sonido, pero reconoce que hoy en día hay más opciones en nuestro país. “Cuando me enfrenté al reto de contar las tres fases de The Sound of Metal me aterré, ya que era compartir la experiencia de alguien que va perdiendo paulatinamente la audición, sobre todo en la última fase era la ausencia de sonido, entonces experimente con silencios y distorsiones”, señaló el ganador del Oscar, sentado junto a él, en el Auditorio de la Facultad de Cine.
Finalmente, invitó a todos los estudiantes de cine a estar más conscientes del peso artístico y técnico que tiene el sonido al contar una historia, ya que “vivimos tan acelerados en el día a día que dejamos de percibir conscientemente la belleza y contundencia del sonido”.